• Profesionalización y capacitación constante.
• Calidad y calidez humana en los servicios.
• Solidaridad con el equipo de trabajo y la sociedad.
• Respeto a la pluralidad de la sociedad y el equipo de trabajo.
• Inspirar confianza en las personas con las que interactuamos.
• Aporte profético desde la Espiritualidad de la Cruz.